Empezaron actuando en peñas folclóricas y en diversos
festivales de canción popular. En 1966 fueron invitados a participar en el
primer festival nacional de folclore "Chile Múltiple". Organizado por
la municipalidad de Viña del Mar, se celebró en el casino de dicha ciudad. Los
Quilapayún interpretaron tres temas: La paloma, original del grupo; El
pueblo de Ángel Parra y Quilapayún, tema instrumental de creación
original del cual no se conserva ninguna grabación.
Uno de los momentos más significativos en la carrera de los
Quilapayún se produjo cuando Víctor Jara se
incorporó al grupo como director artístico. El cantante definió la definitiva
estampa que presentarían los Quilapayún en sus actuaciones: una determinada
posición escénica en que los contrastes visuales y sus característicos ponchos
negros serían su sello particular.
Con Víctor Jara, Quilapayún ganó en 1966 el más importante
festival de la canción folclórica chilena, organizado por uno de los
principales centros de difusión del movimiento folclórico en Chile: Chile
ríe y canta. Gracias a esta organización, Quilapayún se escuchó por primera vez
en los medios de difusión y participó en las giras que Chile ríe y canta organizaba
por todo el país.
Al mismo tiempo editaron el disco Canciones folclóricas
de América, del que destacan los temas Mare-Mare,Coneji (cantado por
Víctor Jara) y Tururururu. La voz tenor estaba a cargo del gran Julio
Nehumhauser, y destacaban también las voces de los hermanos Carrasco. El 1967
se retiró del conjunto Julio Nehumhauser, y entró en su lugar Carlos Quezada;
además, se integró en el grupo Willy Oddó, una de las voces más queridas por
los seguidores.
En 1968 editaron, bajo el sello Dicap (de las juventudes
Comunistas), el elepé Por Vietnam, con Víctor Jara como director
artístico. En este disco dejaron de lado los textos triviales que contaban
amoríos de campesinos o relataban bellezas costumbristas, y pusieron mayor
énfasis en lo social. Enmarcado en un momento histórico como fue la Guerra del
Vietnam, aprovecharon la oportunidad para crear temas de denuncia ante las
desigualdades que se vivían no sólo en Chile sino en el mundo de los años 60.
En este trabajo destacaron temas comoQue la tortilla se vuelva (dedicada a
la guerra civil española), Canción fúnebre para el Che, (en memoria del
guerrillero), Canto a la Pampa, La Zamba del riego yLos pueblos
americanos.
A finales de ese año se retiró Julio Carrasco e ingresaron
Rodolfo Parada y Hernán Gómez, que dieron a la formación su tinte sonoro
característico hasta 1971. Ese año se sumaron a los trabajos Rubén Escudero,
Hugo Lagos y Guillermo García. Posteriormente, en el exilio, se retiraron Pato
Castillo y Rubén Escudero, pero se incorporó con fuerza Ricardo Venegas. En los
años 80 se unió al grupo Patricio Wang, y a mediados de la década se retiraron
Eduardo Carrasco y Willy Oddó.
El año 92 fue clave para los Quilapayún; terminado el
exilio, sus integrantes se vieron en la disyuntiva de volver o permanecer en
Francia. Carlos Quezada y Ricardo Venegas optaron por retirarse. Cuando pocos
apostaban por una nueva propuesta, se les unió Daniel Valladares y regresó a la
formación Pato Castillo, lo que dio un nuevo impulso al grupo a comienzos del
2000.